Nació en Telde el 30 de noviembre de 1842 y murió en Biarritz en 1918. Estudió leyes en la Universidad Central de Madrid, al mismo tiempo que desarrollaba su actividad periodística. Con el triunfo de la Revolución de septiembre de 1868 inició su dilatada carrera política. Fue ministro de Ultramar (1881-1883) y de la Gobernación (1886-1887). Durante cuatro periodos fue embajador de España en París. En este cargo realizó numerosas gestiones: consiguió para España el reconocimiento de la soberanía sobre el territorio de Muni (lo que le valió el marquesado de dicho nombre) y la demarcación de la zona de ocupación española del Sahara; negoció los límites de la zona de influencia española en Marruecos y cooperó en los preliminares de la conferencia de Algeciras. Su influencia en Canarias fue inmensa. Dominó la política del Archipiélago a través del Partido Liberal Canario. Logró para Gran Canaria la declaración del Puerto de La Luz como puerto de refugio y otras importantes concesiones administrativas. Su programa para las Islas se concretaba en la frase: «Todo por Gran Canaria, todo para Gran Canaria».
